domingo, 27 de noviembre de 2011

Conoce tu mente

Queridos amigos:

Seguimos compartiendo con ustedes enseñanzas que se impartieron en Tzintzuntzan durante octubre de 2010. Ahora les presentamos un extracto que habla de que tenemos que conocer cómo es nuestra mente. Esperamos les sirva.

Buen inicio de semana,
Alumnos de Phakchok Rimpoché en México

http://www.youtube.com/watch?v=BLA448sz0zI



«En cuanto a la práctica, cuando empieces, lo primero antes de meditar es conocer tu mente. Por ejemplo, si te estresas con facilidad, o si eres muy egoísta, o de mecha corta, o ver cuáles son tus patrones de emociones negativas. Esto es muy importante. Hoy día, la gente tiene muchos pretextos; o sea, dicen que les gusta el buddhadharma, leen libros, cantas mantras, pero desconocen acerca de la motivación, saben algo de meditación pero no conoce todos los tipos de motivación y no mide su práctica ni su progreso; a esto le llamo poner pretextos en la práctica. Es gente que practica con una actitud de “peor es nada”; por eso, antes de practicar es importante ver cuál es tu motivación, la motivación es lo que será nuestra medida de progreso. »

domingo, 20 de noviembre de 2011

¿Cuál es el significado del Dharma?

Estimados amigos:

Como cada semana, queremos compartirles breves fragmentos de las enseñanzas que Phakchok Rimpoché ha impartido en México. Esta vez, acerca del significado del Dharma. Esperamos les sirva.

Sarva Mangalam,
Alumnos de Phakchok Rimpoché en México

http://www.youtube.com/watch?v=fYocSx19U4U



«Cuando uno empieza a practicar Dharma, lo primero que hay que saber es qué significa. En pocas palabras, Dharma es domar la mente, transformarla o reconocerla. El Dharma es esto en esencia: Domar [la mente] de las emociones negativas; transformar las emociones negativas en emociones positivas y reconocer la naturaleza de la mente.»

lunes, 14 de noviembre de 2011

Lo más importante es la motivación

Estimados amigos:
Como cada semana, les compartimos un extracto de las enseñanzas que nuestro querido maestro ha impartido en México. Esta vez, les compartimos un extracto acerca de la motivación para meditar. Esperamos los motive en su práctica.

Buen inicio de semana,
Alumnos de Phakchok Rimpoché en México

http://www.youtube.com/watch?v=jncZ86Ro8-o

«Lo más importante es la motivación. Si la motivación es egoísta, la práctica no será eficiente. Nuestra motivación debe ser la de beneficiar a los demás y volvernos menos egoístas. Sólo así la práctica será de beneficio. A muchos les gusta practicar, pero deben saber cómo hacerlo; cuando no sabes cómo practicar, sólo se tratará de excusas. ¿Saben a qué me refiero con excusas? por ejemplo, el doctor les recomienda que hagan ejercicio; así que se ponen a caminar unos cuantos pasitos por aquí y por allá y dicen que ya hicieron ejercicio. No engañan al doctor, en realidad se engañan ustedes mismos. Sí, la meditación es importante, pero antes que nada deben examinar su mente y preguntarse cuál es su motivación para practicar. Cada semana empiezan a practicar; su motivación debe irse transformando, así es como se debe practicar. Cuando se empieza a practicar, si les cuesta mucho trabajo tener la motivación correcta, pregúntense por qué no tienen una motivación que quiera beneficiar a los demás.»

lunes, 7 de noviembre de 2011

Estimados amigos:

Como cada mes, en el día de Gurú Rimpoché, nuestro querido Phakchok Rimpoché nos envió un correo muy inspirador; esta vez, acerca de las tres llaves para la felicidad. Aquí les compartimos la traducción al español, que esperamos les sirva.

Buen inicio de semana,
Alumnos de Phakchok Rimpoché en México


La llave para la felicidad



Queridos amigos que se encuentran cerca y lejos:

Saludos a todos en este día de Gurú Rimpoché. Espero que todos ustedes estén sanos y felices.

Todos queremos ser felices. Éste es nuestro propósito fundamental en la vida, ¿cierto? Pero muchas veces lograrlo resulta muy difícil. Cuando no sabemos cómo lidiar con nuestras propias emociones y con nuestras mentes, a veces la vida se puede volver cansada y deprimente. Para colmo, muchos de nosotros estamos muy ocupados durante el día, lo cual nos estresa y nos tensa. Por eso es que quiero compartir con ustedes tres sencillas formas que me ayudan a lidiar con mis emociones y me alivian.

1. Crear espacio
 
En estos tiempos tenemos tantas cosas en las que pensar: nuestra salud, nuestra familia, nuestro trabajo, y si eres practicante de dharma, además de todo esto, tienes pendiente tu meditación y tu práctica de dharma. Cuando no sabemos cómo lidiar con nuestras preocupaciones, nuestras mentes empiezan lentamente a encogerse, y se vuelven más y más estrechas, y, en consecuencia, más y más negativas. Entonces las cosas nos empiezan a abrumar y nos sentimos atrapados físicamente. Sentimos presión en nuestro pecho y empezamos a suspirar para poder liberarnos de este sentimiento. A veces esto sucede hasta que vemos los problemas tan grandes que no podemos lidiar con ellos en lo absoluto.

Una excelente manera de lidiar con esto es crear espacio mentalmente. Esto ayuda a aliviar la tensión y la presión tanto en nuestras mentes como en nuestros cuerpos. Crear espacio es un método muy sencillo; no se trata de una enseñanza budista, sino de una simple técnica que podemos aplicar para darnos más espacio, libertad y consuelo ante todas nuestras preocupaciones.

¿Cómo crear espacio? Cuando tengas algunos minutos, mira frente a ti y simplemente imagina que estás rodeado de espacio vacío en todas las direcciones. A veces es útil mirar hacia el cielo abierto. Sólo imagina espacio por todos lados: no hay paredes, no hay límites, no hay edificios, nada. No empieces a pensar en el trabajo, la familia o tus pendientes. Simplemente imagina que todo es tan vasto como el cielo, como el espacio vacío, y deja que tu mente se mezcle con el espacio hasta que se vuelva tan vasta y abierta como éste. Puedes cerrar los ojos si esto te ayuda. Imagina esta espaciosidad brevemente. Después de un minuto o dos empezarás a sentirte verdaderamente espacioso mentalmente. Tu pecho se abrirá y te sentirás aliviado de todas esas tensiones y pensamientos que te estaban abrumando hace unos momentos. Tu mente se abre y entonces tu manera de pensar cambia, así nada más. Tan sólo toma cinco o diez minutos y es muy fácil. Ésta es la magia de crear espacio. No tienes que creerme, inténtalo y lo verás.

2. Conocer tus propios defectos y reducir el juicio
 
Todos queremos ser felices, ¿cierto? ¿Sí o no? Pero ¿en qué ocupamos nuestra mente la mayor parte del tiempo? En emociones negativas, en juicios negativos y en pensamientos negativos. Mira tu propia mente y observa el patrón de emociones. ¿Cuántas de ellas son negativas? ¿Te has tomado el tiempo para pensar en esto?

Así que lo primero que debes hacer es reconocer tus patrones de pensamiento, tus emociones negativas y la forma en que emergen [en tu mente], la forma en que los sentimientos surgen. Reconoce, nota, pero no juzgues. Hay una gran diferencia entre notar y juzgar. Notar es simplemente reconocer y darte cuenta de algo. Por ejemplo: “Ah, sí, tengo un problema con los cellos”. Pero juzgar implica ir un paso más allá y empezar a criticar: “Ah, sí, tengo un problema con los celos. Por Dios, soy una muy mala persona. ¡No puedo creer que haya cometido este error! Ay, me siento tan mal, ¡no puedo soportarlo!” ¿Puedes ver la diferencia? Juzgar tiene estas implicaciones emocionales, mientras que el notar no las tiene. Así que simplemente trata de notar tus defectos y no los juzgues.

Hoy en día el problema no es que las personas no estén en el dharma o en cualquier otra práctica espiritual, tratando de mejorar. El problema en la actualidad es que no notamos ni aceptamos nuestros propios defectos; así que, por supuesto, no podemos mejorar, sin importar cuánto lo intentemos. Es parecido a tomar una medicina para curar una enfermedad que ni siquiera sabemos si tenemos. Así que por favor piensen en esto. Miren honestamente hacia ustedes mismos y reconozcan sus propios defectos y errores.

3. Compasión y bondad amorosa
 
La tercera llave que me gustaría mencionar es tener compasión y bondad amorosa. Tradicionalmente, en las enseñanzas del Buda, la compasión se define como el deseo de que todos los seres se liberen del sufrimiento y de las causas del sufrimiento; la bondad amorosa se define como el deseo de que todos los seres obtengan la felicidad y las causas de la felicidad. Sin embargo, aquí me gustaría explicar la compasión como un entendimiento básico o empatía hacia los demás; y la bondad amorosa, como un corazón bueno y cálido.

Entender esto es tan importante. Por ejemplo, para que una familia sea feliz y armoniosa, los padres deben entender a sus hijos, ver las cosas desde su punto de vista; los hijos también deben entender a sus padres. Es lo mismo en todas las situaciones; en la oficina, con otro tipo de relaciones, etc. Necesitamos compartir entre nosotros, conocer bien a los demás y aprender a ver las cosas desde el punto de vista del otro; necesitamos ponernos en sus zapatos. Si alguien te está gritando, ¿crees que es feliz? ¿Crees que lo está disfrutando? No, está molesto, estresado y enojado, y más tarde puede sentir mucho arrepentimiento por lo que está haciendo ahora. Sí, mucha gente comete errores, ¿pero crees que lo hace intencionalmente? ¿Crees que lo hacen porque son felices? No. Así que trata de entender esto en lugar de sólo reaccionar con más enojo y juicio de tu parte. Si puedes hacer esto, sentirás compasión.

Otro aspecto de la compasión es que si logras entender tus propios problemas y obtener cierta libertad sobre ellos, tu compasión hacia los demás surgirá naturalmente. Por otro lado, cuando no notas claramente tus problemas antes que nada, ni sabes de qué sufres, ¿cómo puedes tener compasión por los demás? ¿Cómo puedes desear que los demás se liberen de ese sufrimiento, si es un sufrimiento que tú no has reconocido claramente en ti? Así que antes que nada debes ver tu propio problema. ¿Cómo? Cuando crees espacio, la primera llave, y logres cierta libertad de tu estrés y de la avalancha de pensamientos, verás de lo que te estás librando, verás los beneficios y te sentirás más feliz cada vez. Sólo del primer punto, crear espacio, piensas: “Ay, pobre de mi jefe. Si conociera este método estaría mucho mejor que ahora. Pobre.”

Cuando tienes este tipo de compasión, tu mente se vuelve más y más desenvuelta. Cuando te enfocas más en los demás, indirectamente dejas de enfocarte en tu ego. Como resultado, tu mente se relaja más y más, se expande y es más inteligente.
Puedes compartir estos tres puntos con quien quieras. Les será de beneficio y no les hará daño. Así que éstas son las tres llaves hacia la felicidad.

Les mando todo mi cariño y afecto.

Sarva Mangalam,

Phakchok Rimpoché