Cuando Rimpoché pidió que compartieran sus experiencias al meditar en la ausencia del yo y soltar el objeto de meditación, una estudiante comenta que al encontrar un espacio de ausencia de yo, logra tener esta experiencia de paz, pero enseguida lo que surge es miedo a no tener un yo. Rimpoché contesta:
“Sí, primero surge miedo. Esto es muy interesante, muchos caemos en este miedo, pero es muy estúpido, porque ¿dónde está este miedo? ¿dónde? Es exactamente el mismo truco, es como algo mágico, tu yo está acostumbrado a que tu mente esté con yo, yo, yo, pero [al tratar de romper esta cadena] tu yo se da cuenta de que algo no funciona, así que genera miedo, al tener miedo te aferras al yo. Si domas este miedo, entonces el yo buscará otra cosa, como sentimientos -pues los mexicanos son muy pasionales- entonces surgirán muchos sentimientos, que también hay que domar. Al final, todo es el mismo método para engañarte a ti mismo.”