domingo, 26 de febrero de 2012

El propósito de las cuatro reflexiones

Queridos amigos:

Esta semana continuamos con las cuatro reflexiones que apartan la mente del samsara. En esta ocasión, Rimpoché habla sobre el propósito, resultado e importancia de hacer estas cuatro reflexiones al inicio de nuestra práctica. Como siempre, esperamos que les sirva de inspiración para su práctica.

Buen inicio de semana,
Alumnos de Phakchok Rimpoché en México

http://youtu.be/SXnea-XgKpc


«Después de reflexionar en lo preciado de nuestro nacimiento humano, de reflexionar en la transitoriedad, de reflexionar en la forma de pensar del samsara, después de reflexionar en nuestra actitud y karma, lo que sucede es que te vuelves una persona cautelosa, tienes un gran deseo de practicar el dharma; al mismo tiempo eres bueno para notar los problemas, si hiciste algo bueno o si pensaste algo malo; [al hacer las reflexiones] puedes notar claramente esto. La diferencia entre notar y juzgar es que juzgar implica una emoción; cuando ves algo bueno, te pones feliz; cuando ves algo malo, te pones triste. Pero cuando notas, no hay emoción, simplemente revisas si estás mejorando o no, sin ningún ponerte feliz o triste. Eso es notar. Entonces, estas cuatro reflexiones te van a ayudar a involucrarte de la forma correcta en tu práctica, a ser firme, a tener claridad y pureza mental. Por eso es importante hacer [estas reflexiones] al empezar tu práctica.»

domingo, 19 de febrero de 2012

Karma es actitud

Queridos amigos:

Seguimos con las enseñanzas de Rimpoché en Tzintzuntzan acerca de los cuatro pensamientos que apartan la mente del samsara. En esta ocasión, Rimpoché habla del karma y de cómo es necesario notar constantemente lo que sucede en nuestra mente, pero sin juzgar. Esperamos les sirva de inspiración para su práctica. Asimismo, les recordamos que el próximo 21 de febrero es Losar, el Año Nuevo tibetano, por lo que se recomienda que los días anteriores se hagan prácticas purificatorias y que se empiece el año con ofrendas a los maestros y plegarias de aspiración.

Buen inicio de semana,
Alumnos de Phakchok Rimpoché en México

http://youtu.be/k3oz2g6EtJU



«Karma en realidad significa actitud física, verbal o mental. Alguna vez platicaba con alguien que me preguntaba por qué el Buda hizo que el karma fuera tan difícil. Yo le contesté que el Buda no inventó el karma, simplemente demostró lo que era, enseñó lo que era una buena actitud y lo que era una mala actitud. Por ejemplo, matar no es una buena actitud; mentir no es una buena actitud. O si te gusta lastimar verbalmente, físicamente o mentalmente, tampoco es bueno. Actitud significa acción; pregúntate ¿mentir es una buena acción? si lo analizas te darás cuenta de que en realidad es bastante malo. Yo, por ejemplo, tengo el título de Rimpoché, pero ¿creen que por eso yo no practico entrenamiento mental? Mi práctica principal diaria es notar cómo pienso; debo notar si mis emociones están ligadas con mi ego, si tengo orgullo, si tengo miedo, si tengo esperanza.»

domingo, 12 de febrero de 2012

Reconoce las fallas del samsara

Queridos amigos:

Esta semana queremos compartirles la continuación del video anterior, en donde nuestro querido Rimpoché nos explica cómo debemos contemplar las fallas del samsara y lo que éste en realidad significa. Esperamos les sirva como inspiración para su práctica.

Buen inicio de semana,
Alumnos de Phakchok Rimpoché en México

http://www.youtube.com/watch?v=v90sBXyrTcw

«[Al reflexionar sobre las fallas del samsara] date cuenta de que vivimos en el samsara, de que nuestra mente está en el samsara. El samsara de nuestra mente es un círculo de yo-mis emociones-me gusta/me disgusta-enojo-envidia-quiero-sufro-quiero-sufro-yo, y así, dando vueltas y vueltas sin parar, sin control. ¿Te das cuenta de esto? ¿Cuántos pensamientos así tienes? Luego vienen a practicar el dharma y traen toda esta mierda [en su práctica] “yo, tú, yo soy mejor, tú eres peor, tú eres novato, yo ya soy experto, tú tienes menos tiempo [en el dharma], yo tengo más tiempo [practicando]” ¡Es lo mismo! En realidad no somos capaces de reconocer este samsara, pues no entendemos bien lo que significa. El samsara es la forma en que pensamos, este círculo constante, impulsivo. Date cuenta de que en el samsara dependemos de nuestras emociones. El dharma no enseña esto. Por eso es necesario contemplar lo preciado de la vida humana, la realidad de la transitoriedad y las fallas del samsara.»

lunes, 6 de febrero de 2012

Asegúrate de saber cómo practicar

Estimados amigos:

Seguimos con las enseñanzas que Rimpoché impartió en el retiro de Tzintzuntzan 2010. Esta vez, se trata del tercer pensamiento: las fallas del samsara. En su explicación, Rimpoché insiste en que adoptemos la actitud correcta al meditar y que lo hagamos con plena conciencia de cómo se tiene que practicar. Esperamos que les sea de inspiración para su práctica.

Buen inicio de semana,
Alumnos de Phakchok Rimpoché en México


http://youtu.be/ZjFn04Ynjtg


«Entonces, antes de iniciar la práctica hay que pensar durante unos minutos en lo preciado de la vida humana, en que estamos sanos y ahora es el momento de practicar, pues  no sabemos cuándo podemos morir, y al morir estamos solos. Debemos adquirir una actitud de desear practicar y mantenerla durante nuestra sesión de meditación. Después, el tercer pensamiento se llama “las fallas del samsara”. Al contemplar esto se pueden tomar en cuenta dos cosas. Primeramente, se contempla desde fuera. Por ejemplo, el cuerpo físico. No tenemos gozo o felicidad pura. No quiero deprimirlos con esto; la meditación no tiene como propósito deprimirnos. Pero es importante hablar con la verdad.  La realidad es que por tener un cuerpo físico tenemos mucho sufrimiento; en nuestra mente tenemos mucho sufrimiento; con la familia tenemos muchas dificultades. He visto familias muy felices pero sin dinero, o familias que tienen mucho dinero pero se llevan muy mal. Una vez vi una familia que se llevaba muy bien y que empezaba a tener dinero; al año, al padre de familia le dio cáncer y al año murió. Conocí a alguien a quien solía decirle que practicara, le decía “por favor, practica, aunque sea poquito; ahorita no sufres, pero después vas a sufrir, por favor, aunque no me creas, practica”. Él estaba contento, manejaba su BMW, tenía mucho dinero, de repente iba a pláticas de dharma, decía que qué bien sonaba eso, daba las gracias por las enseñanzas y se iba. Hace poco recibí un correo de él; tiene leucemia. Ahora, el coche no le puede ayudar, llorar no lo va a salvar. A todo mundo le pregunta si conoce doctores o herbolarios para que lo curen, pero ya es muy tarde. Ésa es la realidad del samsara. He visto personas que practican el dharma durante muchos, muchos años. Pero cuando a un practicante el doctor le dijo, “lo siento, te quedan seis meses de vida”, reaccionó casi como un bebé, sin dignidad. ¿Saben por qué? Él practicó por veinte años sin revisar qué tanto había cambiado, qué tanto había mejorado. Cuando a mi maestro le dijeron que iba a morir, le dio las gracias al doctor por informarle y se puso a practicar; ni lloró ni hizo drama, y él también es un ser humano. He visto muchos monjes que hacen lo mismo, mueren practicando. En cambio he visto gente que practica por veinte años y reaccionan peor que gente que nunca ha practicado cuando van a morir. La gente me pregunta qué pasó, si practicaron durante años, y yo no sé, pregunten a ellos. Por eso, si vienen conmigo de retiro, quiero asegurarme de que saben cómo practicar.»