Una asistente a las enseñanzas de Metepec comenta que al momento de terminar la meditación de crear espacio, al abrir los ojos, ella vio en cada uno de nosotros un halo de color diferente para cada persona. Rimpoché menciona que eso es energía, que todos tenemos energía y es fácil verla cuando no tenemos conceptos en la mente.
Luego Rimpoché pregunta cuál es la energía más poderosa. La mayoría contesta que es el amor, pero Rimpoché responde que es el cielo. Aclara que cuando en el amor no hay espacio, éste se convierte en un juicio.
«Cuando tienes este tipo de amor (estrecho), sientes “¡Te amooooooo!”, pero luego puedes terminar sintiendo “¡Te odiooooooo!”. El amor se convierte en juicioso, de uno a uno, estrecho. Cuando el amor tiene la energía del espacio, es inmenso, no se limita, es más imparcial.
Por ejemplo, mi amor por mi hijo. Amo a mi hijo, pero me gusta jugar videojuegos. Si él llega mientras juego y me pisa el control o hace algo que no me gusta, desaparece el amor. Si el amor tiene espacio, no importa si hace cosas buenas o malas, ese amor no cambia.
La energía que sostiene a todas las energías es el cielo. Habrá tanto fuego según haya espacio. Cuando hay espaciosidad se es abierto.»
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